Reglas

1. Las entradas deben ingresarse terminadas, hasta las 12:00 de la noche del miércoles de cada semana.

2. A partir de la fecha de publicación, los miembros del blog deben comentar en cada entrada, con impresiones, consejos y correcciones (de ser necesarias) hasta el viernes de la semana de publicación.

3. El autor de la entrada debe hacer los ajustes que sean pertinentes antes del siguiente miércoles, fecha en la que debe publicar su nueva entrada.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Lifeforce

Página 1
Espacio exterior
1. Estación espacial grande, dos escuadrones de 8 naves atacan a 3 naves cada una, alrededor de la estación, las naves son iguales. Hay escombros de naves flotando. La estación dispara a las flotas numerosas.
Cuadro de radio: llevamos 4 horas tratando de recuperar la estación, qué demonios esperan?
2. Sala de comando, varias personas de espaldas viendo en pantallas el ataque (uno de ellos con la silueta de kajoy), otras sentadas trabajando en ordenadores (uno de ellos es Steamy).
Capitán (persona parada): Flota delta, enfóquese en las naves restantes; flota épsilon, neutralicen los canhones de estribor.
3. Pantalla con el rostro de dux, se ve muy ligero el reflejo de steamy, al fondo está Pax peleando.
Dux: Dispositivos en posición Steamy, estarán en línea en unos segundos.

Página 2 y 3
Salón dentro de la estación, siempre hay que dibujar insectos por muchas partes.
1. Flora, caminando entre pasillos de la estación, hay algunos cuerpos tirados pero no hay rastros de lucha ni de sangre, le hablan por el comunicador: Flora, posición.
Flora: Entrando al cuarto de control de seguridad
2. Cuarto lleno de pantallas y ordenadores, con muchas imágenes dentro de la estación, en ninguna se ve nadie.
Flora: No entiendo, Steamy, Solo he encontrado resistencia dos veces, cómo es posible que se tomaran la estación si no hay invasores?
3. Pantalla con lenguaje de programación, se ve el reflejo del rostro de Steamy con algo de desconcierto: Intercepté todas las frecuencias posibles… No hay ningún tipo de comunicación, ni siquiera en los registros…
4. Estación espacial, hay fuego donde estaban los cañones y solo quedan las naves de escuadrones, hay muchos escombros flotando.
Steamy : … No eran buenos pilotos pero se movían en conjunto, perfectamente sincronizados.
5. Dux y Pax hablando entre ellos en una sala grande de la estación, están agitados y resoplando vapor, hay un par de cuerpos tirados en el suelo:
Pax: Hermano, casi no hemos hecho nada y mira lo agitados que estamos.
Dux: Ya que lo dices, creo que me está faltando el aire y me está dando mucho frío.
6. Steamy mirando Kajoy: Los sistemas de soporte vital fueron desconectados hace 27 minutos y la computadora general se está formateando, estoy perdiendo control.
7, 8 y 9. Kajoy abre un portal y aparece en el cuarto de control de seguridad, que está vacío: Flora? (desaparece) Aparece en la sala con dux y Pax: Dónde está Flora? Tenemos que salir.
10. Flora en un hangar de cápsulas de emergencia, se están lanzando todas.
Pax: Se separó en cuanto entramos, ella nunca nos sigue…

Página 4
1. La última cápsula abre su puerta, Flora la mira intrigada: Steamy, dile al viejo que saldré por mi cuenta.
2. Primer plano del contenido de la cápsula, son sillones para cuatro personas, en uno está una mantis de tamaño normal.
Flora: Hola pequeña ¿hay espacio para mí?
3. Flora se sienta sonriendo y la mantis salta a su mano.
Mantis: ………………….. (traducción: eres el ser más bello que he visto en toda mi vida)
Primer plano de la mantis: ………………………….. (traducción: y puedo ser muy joven, pero créeme, he visto billones de seres)
4. La cápsula despega, se ven muchas viajando hacia varias direcciones.
5. Plano alejado de la estación y cientos de cápsulas expulsadas por todas partes, los escuadrones de naves siguen en formación.
Nave x: Capitán, permiso para abrir fuego.
Capitán: denegado,  despegaron por protocolo al suspenderse el soporte vital de la estación…
6. Se ve el interior de una de las cápsulas, lleno al 100% de insectos: …Además me confirman que están vacías

Páginas 5 y 6
Interior, con cada viñeta se define un poco más el lugar, es un dojo o salón de entrenamiento.
1. (2 semanas después) Dux de espaldas en posición de combate, una mole con ojos se le viene encima, es algo difusa.
2. Pax (la mole, ahora es clara) tira un puño que da en el suelo y Dux conecta dos golpes en su costado al esquivar.
3. Pax se gira con una patada y Dux la bloquea pero es arrastrado por la fuerza. Esta viñeta se ve en colores distintos y con datos (como el rastreador de dbz)
4, 5 y 6. Pax tira golpes y patadas, Dux esquiva cada uno dándole golpes en cada movimiento.
7. se preparan para un clash final (tipo samurái), se ve la puerta de fondo. (se ve en los mismos colores que el 3 y con los datos también).
8. Se abre la puerta, está la silueta de Kajoy y el clash terminó.
9. Dux (sonriendo) : Te derroté de nuevo, hermano, 10 golpes a 1 (Dux tiene cara de mal humor)
10 y 11. Steamy, sentado viendo el combate : Pax gana, golpeó con X libras de presión en un golpe y los que bloqueaste, tú hiciste las mismas X en 10, pero al golpearlo y bloquearlo te retroalimentó X libras, te dolerá la mano izquierda en 7 minutos.
12. Steamy con la visión tipo dbz: Además gastaron los mismos jules durante el combate, pero Pax tiene un poco más disponibles por su masa corporal, claro que no fue un problema para tí porque…
13. Plano en el que se ven todos, Pax está reído sentado en el suelo, Dux está mirando atemorizado a Kajoy, Steamy sigue hablando y Kajoy está muy serio: desayunaste la comida especial de kajoy sin que él se diera cuenta.
14. Plano de Kajoy, termina de hablar Steamy: … cosa que no debí mencionar porque Kajoy está ojeroso, despeinado y con manchas de café en el traje, eso significa que lo levantaron temprano con malas noticias…
15. Kajoy, serio: A las celdas de confinamiento especial, capturamos… algo.
Steamy: …y le suena la voz de cuando le duele la pierna que perdió.

Página 7
Interior, cuarto grande lleno de vegetación.
1. La puerta se abre y entra un soldado, el cuarto parece vacío pero se ven unos ojos en una pared detrás de él: Señorita Flora? Señorita Flora?
2. alguien (no se ve) le pone una daga en el cuello desde atrás: Haces mucho ruido, centaury, e inundas mi santuario con tu hedor.
3. Acercamiento a la cara asustada y al cuchillo del soldado: Así que habla rápido y evita cortarte con mi hoja envenenada.
Soldado: El… el senhor Kajoy la… la necesita en…
4. El soldado queda solo, no se ve a nadie: … En las celdas especiales….
5. Sale de la habitación y se encuentra a otro soldado, que le dice al verlo sudando: Te dije que no entraras.
6. Flora está en el centro del cuarto mirando un relicario: Limpien este horror, mis pequeñas.
7. se ven flores y matas soltando aromas y en el fondo difuso sale Flora.

Página 8
Interior, Sala de interrogación, en la parte oculta están Dux Pax y Steamy, llega Flora. En la parte de interrogación está Kajoy hablando con algo muy pequeño en el escritorio.
1. Dux y Pax miran a Flora, que entra. Kajoy le pregunta a la cosa pequeña: Que vienes de parte de quién?
2. Plano general de la cosa pequeña, son 3 cucarachas en pirámide, las 3 hablan a la vez: De parte de nadie, yo soy mi propio mensajero, soldado y general.
3. Primer plano del rostro de las cucarachas: Y vengo a advertirte, Kajoy, retira tus tropas del sistema X, o me veré forzado a retirarlas yo mismo.
4. Flora pregunta: Qué demonios estoy viendo?
Steamy tiene cara de éxtasis: Una negociación de guerra.
Flora: Con tres cucarachas?
5. Con la visión dbz, se ve un aura pequeña alrededor de cada cucaraha y una mucho más grande alrededor de las 3, Steamy responde: Cada una tiene un rango de comunicación telepática pequeño, como la inteligencia de Pax, pero cuando se acercan se amplía muchísimo.
6. Se ven las espaldas de los 4, fuera de foco, dentro de la sala de interrogación las cucarachas le están diciendo algo a Kajoy, pero muy bajito y no se alcanza a entender. Habla Dux: Miserables insectos, ese sistema es un punto estratégico para reabastecer otros 4 sistemas importantes.

7. Kajoy mira a través del espejo, donde están todos: Comiencen el plan de evacuación, retiraremos toda influencia del sistema X. 

Consecuencias


Yaher exhaló una última vez y dejó de existir.

El arma cayó sobre el piso de madera como un segundo trueno, con humo gris aún emergiendo del cañón. Unos minutos después, el peso de su cabeza, desequilibró su cuerpo y este colapsó en una posición completamente antinatural, sobre el gran charco de sangre que había a sus pies, lo que lo hacía parecer un saco arrojado sin preocupación en el centro de una habitación.

La sangre fluyó hasta los espacios entre las tablas y empezó a acumularse en la división de concreto que separaba el apartamento de Yaher con el de la familia Ditrish, que en ese momento se encontraba a punto de empezar la cena en el comedor, directamente bajo  el cuerpo.

Serlin Ditrish, el padre, se encontraba sentado en la cabecera de la mesa, terminando de dirigir la oración habitual, con los ojos cerrados, pensando en una luz que iluminaba su mesa y a su familia, como solía hacer desde que su abuelo le enseñó a orar, 50 años atrás. Su esposa, Yolanda, repetía la letanía por inercia, ajustando su itinerario del día siguiente, para poder reunirse con una vieja amiga con quien se había encontrado casualmente dos días atrás. Merí. La hija mayor canturreaba su canción favorita de Boys2Men, mientras se imaginaba a Jack Russel, duchándose. Finalmente Tregui, el hijo menos de los Ditrish, y el único de los 4 con los ojos abiertos, trataba de robar un poco de la crema batida que adornaba el pastel que estaba en el centro de la mesa, rodeado de vegetales y pescado.

Los fragmentos del cráneo de Yaher que la bala había impulsado se habían clavado en la pared blanda de la división entre la cocina y  la sala, su materia cerebral, a pesar de no ser completamente líquida, se dispersó por el impacto en múltiples direcciones, llegando incluso al edificio de enfrente, a través de las ventanas abiertas, aterrizando en una fotografía familiar, justo en el  centro de la frente de una mujer rubia que abrazaba a su esposo.

La sangre encontró un espacio entre la tubería de gas y el sellamiento para atravesar el suelo y llegar sin complicaciones al techo de la casa Ditrish, donde empezó a acumularse lentamente, mientras se filtraba por el cielo raso, justo sobre el plato humeante de pescados cocidos.

La bala aterrizó a un par de cuadras del apartamento de Yaher, completamente deformada por encontrarse en su camino con una pared, un contenedor de basura, un hidrante y el asfalto de la calle, cayó sin fuerza a los pies de Ray Raymond Jr, un mendigo de casi dos metros con demencia que a esa hora arrastraba su carro de supermercado a lo largo de la calle, buscando un lugar seco para dormir.

El primero en notarla, sin embargo, fue Lindon B. Johnson, el perro de Ray, que se abalanzó sobre la pequeña piedra brillante al sentir el olor de carne que la impregnada, Ray vio a su compañero olerla con desconfianza unos segundos antes de meterla en su boca, lo que lo hizo reaccionar, acostumbrado como estaba a evitar que el pequeño pulgoso comiera cosas desconocidas, pues así había perdido a su anterior compañero, quien había muerto envenenado al comer carnada llena de veneno de rata.

Ray tomó la bala en sus sucias manos mientras el olor despertaba en él antiguos recuerdos de su paso por el ejército al mismo tiempo que la primera gota de sangre caía sobre la mano de Tregui Ditrish, quién finalmente había podido robar una generosa porción de la crema batida que adornaba el pastel sobre su mesa,  justo cuando su padre termina su oración y abría los ojos, descubriéndolo en el acto.

miércoles, 11 de febrero de 2015

El umbral


La pequeña puerta en el rincón del sótano había estado entreabierta desde siempre, el bombillo amarillo colgaba de un viejo cable a la mitad de la habitación y titilaba con el sonido de la electricidad intermitente, Alicia recuerda el olor a humedad y a tela podrida, recuerda la madera amontonada en un rincón y las cajas vacías, el gigantesco calentador central enterrado en la mitad de la habitación como una gran jaula que lograba contener a penas a alguien que se agitaba en su interior.

Y allí en el rincón donde la luz del bombillo no llegaba estaba la pequeña puerta entreabierta, el óxido había dañado la pintura y revelaba un viejo metal que se podría lentamente, más allá solo se veía oscuridad.

Miles de veces pensó en la pequeña puerta y en lo que había más allá, imaginando que al abrirla un mar de pequeñas ratas salían y la devoraban antes de poder gritar o que una mano gigante la atrapaba y la arrastraba a la oscuridad, o que tras ella la esperaba una caída infinita, o un mar infinitamente profundo.

Justo hoy, cuando volvía a la casa de su infancia después de 15 años, Alicia recordó la pequeña puerta. La casa estaba deshecha, faltaban pedazos de techo y algunas paredes habían colapsado dejando entrar yerbas y animales que escapaban asustados a su paso. Alicia recorrió las viejas habitaciones ahora vacías y atravesó los viejos pasillos ahora destruidos saboreando el momento, en un ritual que sentía como un preludio.

Las escaleras de madera crujieron bajo su peso, Alicia bajó lentamente, apoyando una mano en la fría pared de concreto mientras con la otra apuntaba su linterna rompiendo la oscuridad que se cernía sobre ella. El viejo calentador aún se erguía en el centro de la habitación, inclinado hacia un lado, los tubos desconectados ahora parecían brazos cercenados que se elevaban al cielo, en plegaria, el sonido del agua estancada era constante, en alguna parte las gotas se estrellaban contra la piscina que ahora era el fondo y sus ondas resonaban por todo el cuarto.

Alice sintió el agua helada atravesando sus zapatos y sus medias, la sintió encontrando su piel y abrazándola, hasta la altura de las rodillas al tocar el suelo. Caminó con dificultad entre la basura y los escombros y al tocar el viejo calentador sintió la vieja corriente helada que llegaba desde la pequeña puerta entreabierta, la ansiedad la inundaba cada vez más profundamente, haciendo que el frío que sentía en sus piernas se esparciera por todo su cuerpo, hasta que su aliento se hizo visible al ser tocado por la luz de la linterna.

El recuerdo era tan real que podía sentir sus recuerdos escalar desde el fondo de su memoria, buscando la superficie de su mente, viejas fantasías, viejos miedos, viejos deseos, todos luchando desesperados, subiendo cada vez más rápido por su espalda, por sus brazos, por sus piernas, brotando de todos los rincones del sótano y arropándola con un manto helado y familiar, haciéndola temblar cada vez más intensamente.

El sonido de la linterna al caer de su mano rompió el ensueño, aún terca, logró iluminar unos segundos antes de apagarse y dejarla sumergida en la más completa oscuridad. Por primera vez, pero Alicia no necesitaba luz para guiarla, miles de veces había bajado esas escaleras y había atravesado la habitación en su mente, miles de veces había apoyado su mano en el gigantesco calentador y miles de veces había sentido la brisa helada que se colaba a través de la diminuta puerta entreabierta en el rincón más oscuro del sótano, alargó su temblorosa mano en la oscuridad y sintió el metal oxidado abrirse lentamente.

jueves, 5 de febrero de 2015

Jugando en Hard

Liliana provocaba sueños pecaminosos a todo el que la veía: Su cuerpo y rostro habían sido perfectamente esculpidos por maestros cirujanos, las tonalidades de su cabello estaban calculadas cromáticamente, había trabajado la melodía de su voz tanto como sus movimientos sedosos y todo su guardaropa era una insinuación pícara sin pasarse de mostrona. Nada de esto es coincidencia, ella conoce la psiquis masculina y ha dominado el arte de manipular discretamente a todas las personas con las que se cruza.

La verdadera Liliana murió en 1982, siendo sacrificada por practicantes de Palo Mayombre al intentar traer el espíritu de un antepasado, que les mostraría tesoros ocultos durante la colonia. La parte de atar el espíritu al cuerpo de Liliana funcionó, pero la otra parte terminó en 5 cadáveres y a Chola Wenguere vagando por 30 años en un cuerpo humano buscando maneras cada vez más extremas de pasar el tiempo.

Desde hace media década su mayor entretenimiento consistía en seducir hombres jóvenes y verlos perder la cabeza, llevarlos por un camino de locura que gravita en torno a ella y destruirlos al punto que acaben suicidándose. A noviembre de 2012 su tasa de éxito es del 70%,  ha hecho que 11 hombres y 2 mujeres terminaran con sus propias vidas, mientras ella observaba golosa.

Abel desagradaba: tenía unos kilos extra mal ubicados, pelo grasoso e hirsuto, marcas de viruela en la piel, era bajito y, por más que lo intentaba, el pelo que se peinaba desde atrás no le cubría su devastado cuero cabelludo. Liliana se divertía cuando se encontraban en el ascensor, a él  se le enrojecían las orejas y le sudaban el bozo y las axilas. Ella notó que Abel estuvo a punto de hablarle en un par de ocasiones, pero sabía que él estaba fascinado y aterrorizado con ella. Así que decidió usarlo como entretenimiento.

Ella comenzó a forzar encuentros, en el lobby del edificio, en la lavandería, a la hora de salir a trabajar. Se divertía al notar cómo a Abel le temblaba la mano cada vez que fijaba directamente los ojos en los suyos y se extasió con el ridículo gritico que emitió el día que lo saludó.

Pasaron dos semanas hasta que él tuvo el coraje de sostener una conversación con Liliana, Abel le entregó un libro sobre África en el medioevo y un Kiwano, al parecer él había prestado atención a las pistas que había implantado en sus encuentros casuales. Él habló entrecortadamente pero con un tono muy suave y casi le suplicó que se conocieran mejor. Ella estuvo a punto de desecharlo al ver el trabajo tan fácil, pero el detalle del Kiwano la intrigó.

Se negó la primer y la segunda vez que Abel le pidió que cenaran juntos, pero se aseguraba de mandarle señales mixtas para no desanimarlo. Aceptó a la tercera, cenaron en un restaurante donde la música los envolvió mientras él le recitaba versos tiernos y ardientes de cuando los países eran jóvenes y los jóvenes eran héroes. Liliana entendió que comenzaba a verlo con ojos distintos. Esta vez era ella la que se estaba sonrojando.

Ella aceptó ir a su apartamento a tomar una copa de vino y conoció el desorden en el que vivía. Pero encontró encantador la cantidad de libros e instrumentos musicales regados por todos lados. Él quería mostrarle un antiguo volumen de tradición oral que había conseguido y comenzó a leérselo en un idioma que ella no comprendía, pero la prosodia y la energía con la que Abel declamaba era abrumadora.

Chola Werengue cerró los ojos mientras él se le acercaba masculinamente, susurrándole en el cuello pasajes antiquísimos y le tomaba una mano firmemente. Sintió los besos en el rostro, una mano acariciando su espalda y un puñal abriéndole las entrañas.

Abel terminó los cánticos mientras el cuerpo de Liliana caía sobre el pentáculo, puso un gallo sobre ella para atrapar el espíritu y cuando el ave chilló, lo desnucó y tiró a la chimenea. Recogió sus gafas y limpió unas gotitas de sangre que cayeron sobre el Malleus Maleficarum que había estado leyendo. Hizo una llamada por teléfono e informó a la Santa Inquisición que había terminado el trabajo.


Eso es todo el cuento, repito un par de párrafos como para que no sepás que ya va a terminar el cuento y que algo va a pasar. Asd asd asd

Liliana provocaba sueños pecaminosos a todo el que la veía: Su cuerpo y rostro habían sido perfectamente esculpidos por maestros cirujanos, las tonalidades de su cabello estaban calculadas cromáticamente, había trabajado la melodía de su voz tanto como sus movimientos sedosos y todo su guardaropa era una insinuación pícara sin pasarse de mostrona. Nada de esto es coincidencia, ella conoce la psiquis masculina y ha dominado el arte de manipular discretamente a todas las personas con las que se cruza.


La verdadera Liliana murió en 1982, siendo sacrificada por practicantes de Palo Mayombre al intentar traer el espíritu de un antepasado, que les mostraría tesoros ocultos durante la colonia. La parte de atar el espíritu al cuerpo de Liliana funcionó, pero la otra parte terminó en 5 cadáveres y a Chola Wenguere vagando por 30 años en un cuerpo humano buscando maneras cada vez más extremas de pasar el tiempo.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Recuerdos


-Buenas tardes, vengo a instalar su clowner Z3

-Siga, siga, lo estaba esparndo más tarde, de hecho me habían confirmado la visita para las 4

-Sí, el adelanto se debe a que un cliente canceló la cita y me adelanté, dónde ha pensado ponerla?

-Estaba pensando en el garaje, ¿usted qué opina?

-Pues mucha gente lo instala en jardines o balcones, imagínese que lo primero que vea cuando se despierte sea un montón de cajas, podría creer que es el infierno o algo así

-En serio? Eso suena gracioso, correr desnudo por toda la casa gritando que no me pinchen y que prometo ser mejor.

-Mmm… pues ha pasado, la semana pasada recogimos una Z2 de la casa de una mujer que se había lanzado desde su balcón, precisamente porque pensó que el pozo de desechos era el túnel de luz hacia el cielo. Lamentablemente no tenía el plan de copias de respaldo automáticas, así que no pudimos hacer nada por ella, a estas alturas debe estar flotando cerca al sol.

-Mierda, ¿en serio? mejor el balcón entonces, ¿cuánto se demora la instalación?

-20 minutos, mientras tanto si quiere puede ir trayendo los insumos para su primer uso, ¿ya ha pensado qué quiere hacer?

-mmmm… no estoy seguro, me imagino que todo el mundo comienza por los papás o la esposa o los hijos, ¿no?

-Sí, es lo normal, a veces incluso la exesposa o si puede, una novia de secundaria, usted sabe que lo que pase en su sala por esas dos horas, queda entre usted y su consciencia.

-Uy, no me dañe la cabeza, pero no, estaba pensando en otra cosa, ¿cómo es que funciona?  Cuando se despierte, ¿qué va a recordar?

-Pues el Z3 puede reconstruir memorias de hasta 3 años antes de la toma de la muestra, si tuviera el Z4 o si compra el plan Premium de procesamiento en nube, ese plazo se puede extender hasta 10 años, esas son útiles para personas ancianas, especialmente.

-Entonces, prendo, meto la muestra en este espacio, cuando me saque opciones, escojo ¿y ya?

-Sí, ese es más o menos el proceso, si quiere información más detallada, consulte el manual de usuario que enviamos a su cortbox.

-Bueno entonces déjeme voy a buscar las cosas, ¿qué tanto necesito de muestra?

-Pues depende, si lo recogió usted debe ser bastante para lograr el mapeo completo, porque suele tener poco material, pero si tiene material cosechado en laboratorio, solo una probeta es suficiente, ¿ya decidió entonces?

-Sí, espero que sirva, es una muestra muy vieja, ni siquiera pensaba usarla, es más como un recuerdo, se me acaba de ocurrir y no sé por qué no lo pensé antes.

-Entonces ¿la novia del colegio? Acuérdese que se va a impresionar cuando lo vea, usted ya no es el mismo que hace 20 años, y también recuerde que cuando el marcador en la muñeca empiece a alumbrar, tiene 20 minutos para llevarla al pozo de desechos, antes que empiece el colapso celular

-¿Ellos sienten algo? Cuando están…¿muriendo?

-No se preocupe, el diseño genético remueve varias cadenas, el resultado es que ningún producto de la clowner puede sentir ansiedad, miedo, dolor o rabia, usted activa su modo obediencia con la palabra clave que escoja y les ordena lanzarse por el pozo, es un proceso limpio y seguro.

-¿Cuánto es el máximo tiempo que dura…emmmm vivo?

-Si decide el proceso de generación largo, 4 horas

-Gracias, déjeme traigo algo

-Entonces, su novia?, su exesposa? Una estrella de cine?

-No, nada de eso, ¿esto sirve?

-¿Un collar de perro?

-Se llama Sasha, ¿se puede?¿Es muy raro?

-No, déjeme cancelo el resto de mis turnos y le ayudo a sacar  las muestras

-¿es muy demorado? Si quiere tranquilo, yo puedo hacerlo

-Sí es demorado, pero sobre todo, tiene que sacar lo más que pueda, para que pueda generar el mapa completo, tranquilo, ayudarlo me sirve de práctica para hacerlo en mi casa cuando terminemos, el mío se llama Roger.

miércoles, 28 de enero de 2015

frente a frente


Nuevamente estoy frente a la puerta de bronce pulido, 35 años después. Frente a mí el reflejo de un hombre viejo me devuelve la mirada, en su rostro veo una poblada barba en la que se asoman algunas canas y con un par de gruesos lentes  que muestran el paso de los años en las enmendaduras, su ropa aunque limpia, ha visto mejores días, sus ojos ya no son vitales, sino apagados, enmarcados por arrugas profundas, que como cicatrices, son marcas de una vida que nunca ha sido fácil. Esta vez no traigo un ramo de jazmines recién cortados, ni una nota escrita apresuradamente, como la última vez, esta vez las manos no tiemblan por una emoción que recorre todo el cuerpo, como la corriente que enciende las luces de la calle, ni la leve brisa de la tarde se siente como el baño que los dioses dan a su campeón, que llega victorioso a reclamar la corona de olivos.

Esta vez, mi mano solo sujeta una pistola cargada y mi llegada solo traerá la muerte.

La última vez, Sadhi abrió la gigantesca puerta con un vestido blanco y vaporoso, que se ceñía a su cintura y del que ribetes de oro brotaban para tejer antiguos patrones que auguraban felicidad, su mirada podía iluminar la caverna más oscura y su voz la llenaría con promesas de infinitos campos verdes y grandes árboles de sombra fresca, donde descansar, su piel oscura era la noche fresca llena de estrellas, que nunca negaba el cobijo ni el sueño merecido y anhelado, la última vez verla bajo la tenue luz de la tarde me robó el aliento y convirtió todas las palabras que había dicho hasta entonces y las que diría hasta que muriera, en plegarias de felicidad y amor.

La última vez lloré con el llanto de los niños que ven por primera vez a su madre, de los héroes que conquistan la victoria, de los marineros que llegan a casa después de haber recorrido el mundo, lloré como quién al fin ve esa parte de su alma que siempre echó de menos, reflejada en los ojos de otra persona y sabe, con la certeza del amanecer, que no quiere volver a estar lejos de ella, nunca más.

Sus dientes blancos brillaron con el sol que moría ese día y su sonrisa me devolvió toda la vida que había escapado en las semanas de incertidumbre que había vivido pensando cada segundo de este momento, sentí que las piernas me fallaban cuando extendí las flores con una mano temblorosa y sentí que el infinito cabía en la punta de mis dedos cuando tocaron los suyos.

El reflejo de un relámpago disipó el olor de los jazmines en mi memoria e hizo estremecer el viejo cuerpo en el que me volvía a parar frente a esta puerta, que se convertía en la tapa de un ataúd que llevaba 35 años cerrándose.

Extendí mi mano y toqué la superficie lisa, conjurando una vez su imagen, su sonrisa, su aroma, tu tacto, escuchando los ecos de su risa y la entonación de su voz, capturando una vez, brevemente esa tarde fresca y tratando de liberarme de los años que siguieron, pero esta vez no fue la suave brisa la que me envolvió, sino la lluvia que arreció sobre el hombre que se reflejaba en la puerta de bronce pulido y por sus ojos, mis propios ojos, solo corría el agua que caía de una noche oscura  y tormentosa.

Apreté la pistola en el bolsillo de mi chaqueta, sentí la textura cruzada de su mango con el pulgar y recordé una vez más los patrones de oro en el vestido blanco de Sadhi, mientras los golpes de la aldaba retumbaban en el profundo pasillo de piedra del otro lado.


miércoles, 21 de enero de 2015

la noche


La mejor hora de las fiestas de oficina son las dos de la mañana, a esa hora los que no aguantan ya se han ido, las viejas ya no disimulas que están arrechas y los hombres están demasiado ebrios para entender las indirectas.

Había estado buscando toda la noche entre las luces intermitentes y el humo artificial que te deja sabor a cal en la boca. Primero entre las de la oficina que venían en mi grupo y después en las de las mesas cercanas. Me había fijado en un par que tenían movimientos lentos, miradas perdidas y que no se escandalizaban cuando dejaba que la mano se deslizara un poco más, durante una salsa.

A las dos de la mañana ya tenía tres entre ojos, una negra culona que me había dejado tieso cuando se apretó contra mi pelvis durante todo un regeatón, una mona peliteñida con pinta de secretaria que me había desviado la mano justo cuando estaba a punto de meterle un dedo en medio de la pista y una pelirroja de labios grandes que insistía en decirme -no Juancho- al oído, en un susurro, cada vez que intentaba apretarle las nalgas.

La negra terminó yéndose con un grupo que parecía listo para un gang bang y la peliteñida había empezado a vomitar hacía un rato cuando la pelirroja me pidió mi último cigarrillo, justo cuando mi grupo se despedía. –solo si no me decís más Juancho- le dije ofreciéndole la caja abierta como si estuviera tratando de que ella cerrara un trato con el diablo. –yo te digo como quiera y tú me haces lo que quieras- .

20 lucas en el bolsillo –vamos a tu casa-  -no nena, en mi casa no podemos- -¿estás casado?- Me dijo mirándome a los ojos por primera vez en toda la noche mientras me agarraba la verga dentro del pantalón. –no, vivo con mi mamá inválida-  los dos sabíamos que mentía, su mano apretó más duro, yo con la mía bajaba por sus nalgas y buscaba donde meter los dedos.

El motel era sucio, viejo y olía a cloro desde que uno atravesaba las tiras plásticas de la entrada, deslicé el billete bajo el vidrio oscuro con una mano sin sacar la otra de entre sus piernas, mientras ella me mordía la oreja con cada movimiento.

Apenas abri la puerta cuando se lanzó a la cama como una niña que hace una travesura, yo me lamí los dedos, tomé 2 largos sorbos de la botella de guaro que llevaba y me quité el pantalón que ya estaba desabrochado, ella entendió que no quería juegos ni conversaciones pendejas, abrió las piernas y me miró, esperándome.

-Juancho te quiero- -tomá más, tranquila, ya estamos  juntos-  -Juancho no me dejes –no te voy a dejar, quítate la tanga-  -Juancho, soy tuya- -yo sé, hoy sos mía, hoy haces lo que yo quiera-

cuando me puse el pantalón ella estaba boca abajo sobre las sábanas desteñidas, su ropa era un montón sobre un asiento, la volteé pensando en echarme un último polvo, pero me di cuenta que ya casi era hora de  salir,  busqué en su bolso y encontré un billete de 20 junto a una foto arrugada de ella con un tipo un poco parecido a mí, encendí un cigarrillo y aspiré lentamente mientras decidía si quería volver a hablar con ella.

La vieja ya sale, le dije al vigilante, yo ya vengo, voy por cigarrillos. Caminé una cuadra larga sin fachadas ni puertas, de esas que solo hay en las zonas industriales, mientras amanecía, al lado, el bus gigante pasaba cada tanto como una ráfaga azul. Paré un taxi cerca de un parque y me senté al lado de la sombra.

-¿Qué tal la noche patrón?

-Más bien aburrida.